LA HISTORIA DEL CONTROL FISCAL EN COLOMBIA HASTA LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE 1991

Introducción

El control fiscal como institucionalidad, no ha sido destacado en el Estado, como un elemento del sistema de pesos y contrapesos del Estado. Lo que generó una proyección en la fiscalización y control en el periodo de la naciente independencia supremamente precaria.

Eso refleja la instrumentalización del control, como establecimiento de una inadecuada y perversa garantía, establecida esencialmente, para no observar las irregularidades en la gestión fiscal, so pretexto de mantener incólume la conformidad, armonía y paz en el bipartidismo.

El lado oscuro de las gestas independentistas y su periodo posterior, estuvo marcado por el saqueo y toma de botines de una y otra facción. Hecho que estuvo presente en la etapa de la llamada patria boba, y hasta en el establecimiento de formas de organización más elevadas. En este periodo cambió y aparece en el espectro institucional la corrupción, expresado como una forma de vida de familias y partidos aprovechando su poderío económico, militar y político.

Históricamente el control fiscal, fue concebido desde las reglas de prestigio adoptadas como control previo y perceptivo, con el tiempo se evidenció una digresión permanente entre el deber ser y el hacer, lo que llevó a establecer una ruptura en la forma de ejercer el control.

Ante la intervención extrema en el desarrollo de las operaciones de los sujetos de vigilancia y control, por parte de la función externa de control, se percibió la vetustez de la forma de su ejercicio. Con este nuevo reto el control fiscal debió modificar su ejercicio, teniendo claro que su evaluación deba ser posterior y selectiva, a fin de poder evaluar la actuación de la administración fiscalizada. Con la expedición de la Constitución de 1991, fue establecido el control posterior y selectivo.

El control fiscal es un elemento que da parte de la respuesta a la teoría de la responsabilidad del Estado, en el que se frena la irresponsabilidad absoluta y en su lugar fracciona la responsabilidad acorde con las competencias funcionales descritas en los ordenamientos vigentes en la época de los hechos.

Es decir, se da paso a la responsabilidad concreta y directa del servidor público o particular sobre actos ejecutados en calidad de gestor fiscal sobre dineros, fondos, bienes o servicios públicos. El control fiscal, es un elemento necesario para la administración pública dada su importancia en la estructura del Estado, su ejercicio legitima la gestión fiscal.

Esas circunstancias, han puesto de relieve la necesidad de que el control fiscal en Colombia deba abordar nuevos retos pues, de no hacerlo, no cumpliría con la necesaria calidad su función respecto a la sociedad y el Estado en general.

Por ello, adquiere en el momento presente y hacia el futuro un específico interés la función que desarrolle dentro de su rol en la vía gubernativa, en temas tan sensibles como la corrupción y la ineficiencia en la gestión de los recursos públicos.